El desarrollo del evento integra 10 áreas temáticas cuyo enfoque puede ser global, regional y local
Esta área se enfoca en cómo los principios y valores de la masonería, instituciones de servicio y voluntariado y empresas con Responsabilidad Social Empresarial (RSE) pueden contribuir a la construcción de una sociedad sostenible. La masonería, como institución, promueve la igualdad, la justicia y el desarrollo humano. Los masones están motivados por el deseo de mejorar el mundo en el que viven, y trabajan en proyectos filantrópicos y de servicio comunitario para lograr este objetivo. Desde la perspectiva masónica, el Desarrollo Sostenible implica humanismo y una reflexión sobre el lugar que ocupa el Ser Humano en nuestro planeta. La masonería promueve la armonía con el entorno, la solidaridad colectiva y la integración con Gaia, nuestra Madre Tierra. El trabajo sinérgico entre sociedad civil, cooperación internacional y gobiernos nacionales y locales es mandatorio.
Esta área, se centra en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en 2015. Estos objetivos son un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad para el 2030. Los ODS son interdependientes y equilibran la sostenibilidad social, económica y ambiental. Incluyen metas específicas en áreas como la erradicación de la pobreza, la eliminación del hambre, la salud y bienestar, la educación de calidad, la igualdad de género, el agua limpia y saneamiento, la energía asequible y no contaminante, el trabajo decente y crecimiento económico, entre otros. La implementación de estos objetivos es fundamental para abordar los desafíos del cambio climático y la gestión de riesgos.
Esta área se enfoca en la implementación de estrategias y objetivos para mejorar el medio ambiente y promover un desarrollo sostenible. Esto incluye la creación de políticas ambientales que establecen el compromiso de una organización con la protección del medio ambiente y proporcionan un marco para sus acciones. Además, se considera la implementación de Sistemas de Gestión Ambiental (SGA), que son herramientas estructuradas que permiten a los gobiernos y a las organizaciones, gestionar los impactos ambientales de manera sistemática y efectiva. Estos sistemas se basan en el ciclo de mejora continua Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (PHVA). La implementación idónea de estas políticas y sistemas ha de contribuir a lograr resultados en la reducción de impactos ambientales, mejora del desempeño financiero, mejora de la reputación, fortalecimiento del cumplimiento legal y mayor satisfacción de usuarios y gobiernos. Todo esto, además, contribuye a la gestión de riesgos y a la lucha contra el cambio climático.
El cambio climático, impulsado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero, está afectando la vida cotidiana de toda la biodiversidad del mundo en que vivimos. Los cambios climáticos están alterando los patrones meteorológicos y climatológicos, amenazando la producción de alimentos, incrementando el riesgo de inundaciones catastróficas, sequías agudas y prolongadas y heladas, debido al aumento del nivel del mar, y causando un calentamiento global sin precedentes. Estos cambios tienen efectos en cascada que afectan el acceso al agua limpia y potable, así como la producción de alimentos, lo que lleva a millones de personas a padecer hambre de forma severa e inseguridad hídrica. Además, el cambio climático tiene un impacto directo y devastador en nuestra vida cotidiana, alterando de manera drástica los sistemas naturales que nos rodean y amenazando la supervivencia de las generaciones futuras. Las consecuencias pueden devastar economías, infraestructuras y la estabilidad política. En resumen, el cambio climático es una realidad que está afectando todos los aspectos de nuestra vida y requiere una acción urgente para mitigar sus efectos.
Esta área se enfoca en la protección, conservación y preservación de los recursos naturales y la biodiversidad. Esta área temática abarca la gestión responsable de los recursos para evitar la sobreexplotación y minimizar los impactos negativos en el medio ambiente. Incluye la protección de hábitats naturales, la promoción de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos.
También, se enfoca en la importancia de las energías renovables para la conservación de la biodiversidad. Al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las energías renovables ayudan a mantener los ecosistemas y a conservar la biodiversidad. Además, el uso de energías renovables conlleva una menor dependencia de los recursos naturales no renovables, lo que reduce la presión sobre los ecosistemas y los hábitats de las especies.
En resumen, esta área temática destaca la necesidad de conservar la biodiversidad y utilizar de manera sostenible los recursos naturales renovables para garantizar la salud de nuestro planeta y el bienestar de las generaciones futuras.
Este ítem. se centra en cómo las personas se ganan la vida y satisfacen sus necesidades para tener una vida digna en el contexto en el que habitan. Esta área temática aborda cómo los medios de vida son uno de los principales pilares para construir resiliencia de los hogares y las comunidades.
Además, se considera la influencia de los medios de comunicación en la sociedad. Los medios de comunicación, desde la televisión y la radio hasta las redes sociales y los periódicos en línea, pueden ser una fuente de información, entretenimiento y educación. Sin embargo, también tienen el poder de afectar la opinión pública y las actitudes de las personas. Esto se evidencia en la forma en que se presentan las noticias, en cómo se retratan ciertos temas y en la forma en que se promueven y comercializan productos y servicios.
En resumen, esta área temática destaca la interacción entre los medios de vida, los medios de comunicación y la sociedad, y cómo estos elementos pueden influir en la gestión de riesgos y la lucha contra el cambio climático.
Esta área se centra en la intersección de la agricultura, la gestión de suelos y la seguridad alimentaria.
El Desarrollo Agropecuario se refiere a la mejora y expansión de la agricultura y la ganadería para apoyar y lograr la soberanía alimentaria. Esto implica la implementación de tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles para aumentar la productividad y la eficiencia, mientras se minimiza el impacto ambiental.
La Conservación de Suelos es fundamental para el desarrollo agropecuario, ya que el suelo es la base de la agricultura. Las prácticas de conservación de suelos buscan mantener la salud y la fertilidad del suelo, lo que a su vez apoya la productividad agrícola y la seguridad alimentaria.
La Soberanía Alimentaria se refiere al derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos. Esto implica promover la producción local y culturalmente apropiada de alimentos, garantizando el acceso a alimentos suficientes, variados y nutritivos.
En resumen, esta área temática destaca la importancia de la agricultura sostenible, la conservación de suelos y la soberanía alimentaria en la gestión de riesgos ambientales y la adaptación al cambio climático.
Esta área, se centra en la interacción entre las gestiones ambiental, climática y de riesgos de desastres sobre los ámbitos urbanos y dando como resultado la calidad ambiental que ofrecen las ciudades a sus habitantes y a la biodiversidad que está integrada en ellas. La calidad ambiental urbana está asociada con factores como la disponibilidad de espacio público, la calidad y cantidad de áreas verdes, la calidad de la vivienda, cobertura de los servicios públicos domiciliarios, la movilidad y el transporte público, acceso a alimentos, los niveles de contaminación ambiental y espacios de solaz humana. La gestión ambiental es un conjunto de estrategias y sus planes de acción con los que se organizan las distintas actividades humanas a fin de que impacten lo menos posible al medio ambiente, buscando así un desarrollo sostenible con equilibrio entre los intereses económicos humanos y la conservación del ambiente. Abarca diversos temas tales como: Política ambiental, Ordenamiento territorial, Evaluación de impacto ambiental, Contaminación, Vida silvestre, Educación ambiental, Paisaje, etc. Se aplica también a empresas públicas y privadas, mejorando su competitividad y mejorando la legislación y conciencia social. La gestión climática se refiere a la planificación y coordinación de acciones para mitigar y adaptarse al cambio climático, que implica la gestión de los impactos negativos del cambio climático sobre el ambiente, la economía y la sociedad. Esto incluye la prevención de desastres, la protección del desarrollo y la adaptación a las nuevas condiciones climáticas, así como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Constituye un enfoque integral que abarca la prevención, preparación y gestión de desastres, así como estrategias más amplias para la adaptación al cambio climático, y se enfoca en fomentar soluciones fundamentadas en pruebas y prioridades nacionales. Se centra en el desarrollo de sectores que, como la agricultura, los recursos hídricos, la seguridad alimentaria, la salud, el medio ambiente y los medios de subsistencia, son muy sensibles al cambio y a la variabilidad del clima. La gestión del riesgo de desastres se define como el proceso social de planeación, ejecución, seguimiento y evaluación de políticas y acciones permanentes para el conocimiento del riesgo y la promoción de una mayor seguridad, adaptabilidad y competitividad en el sector y los territorios donde se ubica. Esto implica la prevención, mitigación, preparación y respuesta a los desastres, incluyendo la recuperación y rehabilitación después de estos eventos. Es crucial para reducir la vulnerabilidad de las comunidades y minimizar los efectos negativos de los desastres, ya sean naturales o causados por la acción humana. Para el sector minero-energético, es una estrategia transversal de desarrollo que contribuye a la seguridad, adaptación y competitividad del sector y de los territorios donde se ubica. En áreas urbanas tiene como objetivo identificar, prevenir y mitigar amenazas y vulnerabilidades que incluye, además, el desarrollo de asentamientos humanos en zonas de alto riesgo, el aumento de la vulnerabilidad por factores inducidos como la degradación del paisaje, la pérdida de vegetación, el deterioro de cuencas, el aumento de erosión y sedimentación y el cambio climático.
Esta área se centra en minimizar la generación de residuos fomentando la reutilización, el reciclaje y la regeneración de materiales y recursos, y en cómo, la economía circular y la innovación tecnológica pueden contribuir a un cambio de paradigma en el consumo. El concepto de economía circular, la innovación tecnológica y el colapso del consumismo son temas interconectados que abordan prácticas sostenibles, optimización de recursos y un cambio hacia patrones de consumo más responsables. El colapso del consumismo se refiere a la necesidad de cambiar el modelo económico lineal de “usar y tirar” que es despilfarrador, extractivista y responsable en gran medida del cambio climático y el agotamiento de los recursos. Este colapso entrelazado con la economía circular y los avances tecnológicos, significa un cambio de un modelo lineal de producción y consumo a uno circular que se centra en extraer más valor de los productos, extender su vida útil y hacer circular el valor dentro de la economía durante el mayor tiempo posible y pretende cerrar los ciclos de producción, consumo y desecho, alejándose del modelo lineal de uso y descarte, hacia un enfoque más sostenible. La Innovación Tecnológica juega un papel crucial en la economía circular, permitiendo a las empresas optimizar su circularidad hacia prácticas más sostenibles. Las tecnologías avanzadas permiten recuperar y reutilizar materiales que antes se desechaban, y desarrollar materiales regenerativos y biodegradables, lo que conduce al surgimiento de nuevos modelos de negocio y servicios, al tiempo que reducen los insumos, reutilizan los residuos y reducen los costos de gestión de residuos. Esta transición es esencial para mitigar el cambio climático, reducir la generación de residuos, las emisiones de gases de efecto invernadero y el agotamiento de los recursos naturales. En resumen, esta área temática destaca la importancia de la economía circular y la innovación tecnológica como herramientas para abordar los desafíos del cambio climático, la gestión de riesgos y el colapso del consumismo.
Esta área se centra en cómo la crisis del plástico afecta al desarrollo humano y al medio ambiente.
La Crisis del Plástico es una de las amenazas más apremiantes para el medio ambiente y la salud humana. La producción y el consumo excesivo de plásticos, especialmente los de un solo uso, han llevado a una contaminación masiva que afecta a todos los ecosistemas, desde los océanos hasta las ciudades. Esta crisis tiene consecuencias ambientales, sanitarias, económicas y sociales.
El Desarrollo Humano se ve afectado por esta crisis, ya que la contaminación por plásticos puede tener impactos negativos en la salud humana, la economía y la calidad de vida. Además, la crisis del plástico puede exacerbar la desigualdad, ya que los países en desarrollo suelen ser los más afectados por la contaminación por plásticos y además, constituye un factor de alto impacto sobre la flora y la fauna del planeta.
Para abordar esta crisis, se necesitan acciones urgentes y globales, como la reducción del plástico innecesario, la transición hacia las energías renovables, la eliminación de subsidios a los combustibles fósiles y la adopción de enfoques circulares. Además, es crucial fomentar la innovación y la adopción de alternativas sostenibles al plástico.
En resumen, esta área temática destaca la intersección entre el desarrollo humano y la crisis del plástico, y subraya la necesidad de acciones urgentes para abordar esta crisis.